Es mucho más frecuente en la mujer y habitualmente afecta sólo a la vejiga (cistitis).
Remiten con facilidad con quinolonas y otros antibióticos aunque en los últimos años están apareciendo resistencias.
En algunos casos la infección es recurrente y el manejo más difícil. En estos casos deben realizarse estudios de imagen (al menos una ecografía) y puede ser necesaria la valoración por un especialista de urología o nefrología. Cuando la infección afecta al riñón el cuadro es más grave (pielonefritis) y a veces se precisa el ingreso hospitalario.