Cuando un paciente acude por primera vez al servicio de radioterapia es recibido por nuestro personal administrativo, que recoge toda la información necesaria para el registro del caso y pone en marcha los trámites requeridos para la programación inmediata de las consultas médicas y las pruebas indicadas. Su experiencia permite resolver rápidamente las dudas de los pacientes, les proporciona tranquilidad y seguridad. Además, su interacción con ellos será diaria y destaca su trato cercano y amable.
Diariamente, nuestro Comité Multidisciplinar, formado por diferentes profesionales de la medicina y la enfermería, se reúne para evaluar el manejo de todos los casos que están siendo tratados en el servicio y planifcar el camino de los nuevos pacientes. La prioridad es adaptar el tratamiento y los cuidados a las necesidades únicas de cada paciente y enfermedad, siempre teniendo en cuenta que esas necesidades pueden variar con el tiempo. Anticiparse a los problemas, practicando una medicina preventiva y predictiva, es una de las prioridades de nuestro equipo multidisciplinar. Para ello, además de utilizar todos los medios a nuestro alcance para defnir con precisión la enfermedad del paciente (exploración, métodos de imagen, estudios moleculares, etcétera), dedicamos especial atención a los aspectos psicológicos, nutricionales y sociales del mismo.
Tras la evaluación del paciente en el comité, se les proporciona una cita con nuestros médicos especialistas en Oncología Radioterápica. Las doctoras Lucía Méndez y María Fueyo serán su referencia y se encargarán de explicarle de forma clara y sencilla el tratamiento que se va a realizar, resolviendo todas sus dudas. Una vez iniciado el tratamiento, valorarán semanalmente el estado del paciente, adaptando las intervenciones a sus necesidades.
Tras la evaluación médica, nuestro personal de enfermería profundizará en los cuidados que el paciente tendrá que realizar para reducir el riesgo de aparición de efectos adversos. Cabe resaltar su profesionalidad y experiencia, que se caracteriza por su accesibilidad y contacto diario con el paciente, detectando cualquier signo de alerta en su estado que precise de atención médica.
El paciente también tendrá un contacto estrecho con nuestros técnicos de radioterapia. Ellos son una pieza imprescindible para garantizar la precisión que exigen nuestros tratamientos de última generación, compaginando el rigor técnico con la calidez humana que precisa el paciente durante su periplo por nuestra institución. La parte más desconocida para nuestros pacientes es la elaboración de su tratamiento, trabajo realizado por oncólogos radioterapeutas, físicos y dosimetristas, con la colaboración de médicos nucleares y radiólogos.
Los tratamientos administrados tienen como objetivo alcanzar la mayor calidad posible, personalizando en cada caso el mejor abordaje. Por ello, su tiempo de elaboración oscila entre tres y siete días laborables dependiendo de la complejidad. En primer lugar, el médico prescribe el tratamiento, defne la zona a tratar y la dosis de radiación necesaria; también se deben delimitar los órganos sanos y establecer sus dosis máximas admisibles para minimizar los efectos secundarios del tratamiento, siempre con la finalidad de protegerlos de la radiación. Tras este paso, nuestro equipo de físicos, formado por el doctor Manuel Vilches y las físicas Carmen Herrero y Denia Vilches, diseña la técnica de irradiación más adecuada y realiza los cálculos necesarios para asegurar que el tumor recibe la dosis de radiación necesaria, al tiempo que se protegen los órganos sanos adyacentes para minimizar los efectos secundarios del tratamiento.
Comprobamos cuidadosamente todos los aspectos relacionados con el control de calidad del tratamiento, tanto los relativos al estado del equipamiento, como las verifcaciones de cada tratamiento antes de aplicarlo sobre el paciente.
Durante el tratamiento, y después del mismo, nuestros médicos y enfermeras hacen un seguimiento personalizado, evaluando constante y exhaustivamente las toxicidades y prestando apoyo en sus cuidados al pacientey a sus familiares. Todos estos pasos, junto con el esfuerzo y trabajo en equipo de todos nuestros profesionales, aseguran una mayor adhesión al tratamiento y, por consiguiente, un aumento de las posibilidades de curación y la reducción de las secuelas, haciendo que mejore la calidad de vida de nuestros pacientes, lo cual, a su vez, repercute positivamente en todo el proceso.
