09:00 horas. Comienza el ritmo de quirófano. Vestuario, pijamas verdes, gorros de colores y zuecos animados. La programación está completa. 3 operaciones seguidas. Toca un día en quirófano con Neurocirugía.
Nos vamos al 8, conocido como el quirófano híbrido con la última tecnología en imagen. Y hoy, se monta la mesa jackson. Por definición: "compuesta a base de fibra de carbono totalmente traslúcida (para control de rayos X), que soporta pacientes de hasta de 250 kilogramos de peso. Cuenta con tecnología electrónica y permite la movilización sin esfuerzo del equipo médico y paramédico dentro del área quirúrgica". A la vista, el futuro.
Yolanda, técnico superior en imagen diagnóstica (TSID), nos explica en el control de mandos que va a tener lugar una artrodesis lumbar con navegador. A través del cristal, vemos la sala con todo el personal perfectamente secuenciado. Instrumentistas, neurocirujanos, anestesista, electrofisóloga... Un total de siete personas.
Nos ponemos los trajes plomados para protegernos de la radiación, el paciente ya está dormido y boca abajo. Comenzamos.
Fijarán una columna, es decir, fijarán las vértebras con tornillos. Para ello, el paciente está completamente tapado, excepto el espacio de la incisión, con cables que controlan sus nervios para evitar que los tornillos toquen cualquier raíz. Una vez terminado, practicarán una laminectomía, liberarán espacio tras la colocación de los tornillos para desbloquear las raíces nerviosas que producen dolor en las extremidades inferioires.
Son dos los neurocirujanos, principal y ayudante, José María Torres y Ramón Fernández de León, respectivamente. Torres, vestido con gafas y lupas con grandes aumentos lleva a cabo la operación. El Arco Allura facilita imagénes en directo y permite la realización de escáner para la comprobación del material quirúrgico implantado en el paciente.
¡Rayo! Es la frase más escuchada durante la intevención, pronunciada por Torres. Necesita imágenes inmediatas y en directo del proceso. Esa es la ventaja de este nuevo quirófano. Con esa "palabra", se activa el arco en manos de la TSID. La técnico de imagen entra y sale de la sala de control para ver en sus cuatro pantallas que todo "va bien".
Con todos fuera del quirófano, relizan un escáner al paciente, in situ, y con ello comprueban que los tornillos están en su posición correcta; en el caso de no estarlo, pueden modificarlo ahorrando al paciente una segunda intervención.
Escáner correcto. 13:00 horas. Concluye la operación.
Pd: Con el reportaje fotográfico ordenado cronológicamente, puede apreciarse todo el proceso quirúrgico. Es una forma de acerca las especialidad en el área quirúrgica a nuestros pacientes.
