Área médica del Centro Médico de Asturias en Oviedo
Cómo tratar las manchas del sol en la cara y en el cuerpo

Cómo tratar las manchas del sol en la cara y en el cuerpo

Dermatología
1 septiembre, 2023

   

El sol tiene un efecto beneficioso para el organismo, favorece la síntesis de vitamina D y el metabolismo del calcio, también tiene un efecto positivo sobre el estado de ánimo, tiene propiedades terapéuticas en algunas enfermedades (psoriasis, acné, enfermedades reumáticas), mejora la circulación, favorece la visa sexual, estimula el sistema inmune y los ciclos del sueño y en dosis moderadas se relaciona con la prevención del cáncer de mama, colon y próstata. 

Los rayos ultravioleta del sol estimulan los melanocitos de la epidermis, que son los responsables del color de nuestra piel y del bronceado. Ese aumento de malanina nos protegerá de los daños de la luz solar y tolerará mayores cantidades de radiación ultravioleta. 

Sabida es la importancia de la relación entre la sobreexposición solar y el cáncer cutáneo, pero, además, otra de las consecuencias es la aparición de manchas en la piel debido a la distribución de pigmento (hiperpigmentación) en áreas expuestas al sol. 

De estas lesiones, siempre benignas, podemos citar las pecas (efélides), que son pequeñas manchitas de color marrón que aparecen desde la infacnia en la piel de la cara en personas muy blancas. Otras manchas frecuentes son las pgmentaciones postinflamatorias que aparecen después de un traumatismo, herida o quemadura. El lentigo solar (lentigo senil) son manchas marrones irregulares que aparecen por fotoexposición a partir de los 50 años en la piel de la cara, el escote, los hombros y el dorso de las manos y los antebrazos. Son lesiones benignas, pero indicativas de un daño solar real y anunciar fotoenvejecimiento. El tratamiento no es fácil. Las cremas despigmentantes suelen fracasar y pueden ser interesantes las terapias de exfoliaciones con ácido salicílico o tricloroacético, láser o luz pulsada y la crioterapia. Dado que son lesiones de carácter estético, debe valorarse el riesgo-benficio de los tratamientos y ponerse siempre en manos de expertos. 

El melasma (cloasma) es una patología muy común, caracterizado por áreas pigmentadas de color más o menos marrón oscuro casi siempre simétricas y localizadas en la frente, las mejillas y el labio superior. Afecta, sobre todo, a mujeres a partir de las 30-40 años. A veces se observa en el embarazo y se ha relacionado con cambios o alteraciones hormonales (anticonceptivos) y la exposición al sol. Es una enfermedad de carácter benigno, pero con importante impacto psicológico. Es difícil de camuflar con maquillajes y su curso suele ser crónico, empeorando en las épocas de primavera y verano. 

El tratamiento del melasma dista de ser satisfactorio. Evitar la exposición a la radiación solar y la luz visible es fundamental, por lo que es obligado el uso de fotoprotectores. La primera línea de tratamiento son las cremas despigmentantes, entre ellas la hidroquinona sigue siendo muy eficaz, de uso sola o con ácido retinoico, y también se utilizan el ácido kójico, la vitamina C, el ácido azelaico y más recientemente el ácido tranexámico empleado por vía oral, tópica o con microinyecciones. Los peelings superficiales con ácido glicólico, ácido salicílico o tricloroacético pueden utilizarse como segunda opción terapéutica y deben ser manjeados por manos muy diestras. Por último, los tratamientos con láser deben usarse con muchas precaución, las respuestas son dispares dada la gran varidad de aparatos y la rápida evolución que estos tienen en el mercado. Los tratamientos deben ser personalizados, dirigidos por un médico experto, y los resultados son mejores si se utiliza una terapia combinada. 

Sabemos que el exceso de exposición al sol es perjudicial, pero no es menos perjudicial la falta de sol. El objetivo sería buscar un equilibrio en función del color de la piel, la edad, el índice UV (ultravioleta) de cada país o región, la estación del año, la actividad laboral o deportiva al aire libre, etcétera. 

También sabemos que los efectos de la radiación UV se acumulan en la piel a lo largo de los aós. Disfrutar del sol es beneficioso y si se disfruta la vida será ineludibe que aparezcan, con los años, manchas en la piel que serán benignas, antiestéticas y difíciles de tratar. 

Firmado: Dr. Miguel Casas Tineo, dermatólogo del Centro Médico de Asturias

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