Área médica del Centro Médico de Asturias en Oviedo
Inmunoterapia: mitos y verdades

Inmunoterapia: mitos y verdades

Oncología
24 noviembre, 2023

   

La medicina se encuentra en constante evolución, poco a poco da pasos de gigante para lograr curar enfermedades, mejorar la calidad de vida de las personas y aumentar nuestra esperanza de vida. No hace mucho el cáncer era una enfermedad desconocida para muchos, aunque presente desde antes del origen de la humanidad, y hace menos de cinco años el máximo premio de la medicina, el Nobel, fue concedido a los Dres. Honjo y Allison por sus descubrimientos de la terapia del cáncer mediante la regulación del sistema inmunitario. Para entender este tipo de tratamiento debemos comprender que el cáncer no es una única enfermedad en sí, sino una serie de enfermedades que comparten la base de su fisiología. En su génesis una única célula de nuestro cuerpo sufre daño en
su centro de información, el ADN, y empieza a acumular defectos. Esto lleva a la célula a un punto de no retorno en el cual deja de responder al principio básico de los seres vivos —nacer, reproducirse y morir— e inicia una espiral de reproducción sin control y sin muerte que termina por invadir nuestro cuerpo si no se trata a tiempo.

Como el origen de esta enfermedad es nuestro propio cuerpo, para nuestro sistema inmune, es decir, nuestras defensas, resulta complicado detectar estas células alteradas. La base de la inmunoterapia moderna es conocida desde hace más de cuarenta años, pero en los últimos diez años se comprobó que al utilizar ciertos puntos de control de nuestras defensas se podía ayudarlas a detectar las células malginas y atacarlas eficazmente. En estos años los avances en la inmunoterapia han sido considerados pasos de gigante y se pueden leer publicaciones en revistas especializadas y en medios generales donde se pregonan sus grandes bondades, sin embargo, en torno a ella se han generado muchos mitos, que también deben tenerse en cuenta.

Sirve para todos los tumores. La inmunoterapia ha demostrado su utilidad en muchos tipos de tumores que van desde el pulmón hasta los de la sangre. Sin embargo, no es válida para todos los pacientes, cada paciente presenta su propio tumor y la decisión de tratarlo con inmunoterapia es individualizada a partir de las características propias, ya que hay pacientes que no responden a este tipo de tratamiento.

Se utiliza en todos los casos. Es importante saber que la mayoría de los cánceres hoy día se curan con la cirugía y no llegan a convertirse en tumores avanzados o que pasen a otros órganos. La inmunoterapia se utiliza a día de hoy solo en ese tipo de casos con enfermedad en otros órganos y empieza a probarse su eficacia en tumores en los que la cirugía pueda ser complicada.

Se ha encontrado la cura al cáncer. Muchos pacientes tratados con inmunoterapia presentan respuestas importantes y duraderas, sin embargo, no todos los pacientes presentan respuestas y no en todos son duraderas, es un juego de probabilidades. Para poder hablar de curación se tiene que demostrar la erradicación completa de las células tumorales del cuerpo y, lamentablemente, en estos momentos no existe la tecnología para poder demostrar esto en la mayoría de los tumores.

No tiene riesgos. Si bien es cierto que los efectos secundarios más llamativos de la quimioterapia como la caída del pelo (alopecia) o las náuseas y los vómitos no suelen darse en aquellas personas tratadas con inmunoterapia, este tipo de tratamiento —como cualquier medicamento— puede causar efectos secundarios que pueden llegar a ser potencialmente graves y que tienen que ser monitorizados por médicos especialistas.

Confiamos en que la medicina seguirá avanzando para poder dar con la tecnología que nos permita llegar a curar el cáncer en pacientes cuya enfermedad esté avanzada, sin embargo, ese objetivo es poco realista a corto plazo. Lo que sí es realista para un futuro próximo y gracias a los nuevos y antiguos tratamientos oncológicos, incluida la inmunoterapia, es la continua mejoría en la esperanza y la calidad de vida de todas las personas que han sido diagnosticadas con cáncer.

Firmado: Pablo Pardo Coto y David Rodríguez Rubí, oncólogos del Hospital Centro Médico de Asturias

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