Área médica del Centro Médico de Asturias en Oviedo
¿Qué hace que tenga un nivel alto de azúcar en sangre? Conceptos básicos en diabetes mellitus tipo 2

¿Qué hace que tenga un nivel alto de azúcar en sangre? Conceptos básicos en diabetes mellitus tipo 2

Medicina Interna
13 octubre, 2023

    

Las lenguas clásicas han contribuido de forma significativa a la terminología médica tal y como la conocemos hoy. Es en esta despensa, concretamente en el griego, donde debe buscarse la etimología de la palabra diabetes, proveniente del término διαβήτης o diabḗtēs, en alusión al término tránsito o caminar.

Abarcaba pues un amplio espectro de enfermedades en las que el denominador común era la elevada frecuencia con la que el paciente iba al excusado a orinar. El término completo con el apellido mellitus, tan latino, curiosamente fue acuñado en el siglo XVII por el médico inglés Thomas Willis. Este observó en la orina de estos pacientes rasgos similares a la miel y una dulce palatabilidad, deduciendo acertadamente una correlación entre valores elevados del azúcar en sangre y una imperiosa necesidad de miccionar.  día de hoy este síntoma —la poliuria— forma parte de la clínica cardinal diabética en pacientes muy descompensados: poliuria, polidipsia (sed intensa) y polifagia (hambre insaciable).

¿Cuál es el origen concreto de la diabetes mellitus tipo 2?

En más del 95% de los casos, un inadecuado estilo de vida. En la era con mayor conocimiento de la fisiología humana, con más medios y mayor accesibilidad para cuidar la salud física, la humanidad se está autodestruyendo. El cambio del paradigma laboral en los últimos cien años, la normalización de patrones dietéticos inadecuados —en composición y distribución—, la estandarización del estrés, la ausencia de actividad física reglada… conducen indefectiblemente a una serie de cambios en el metabolismo o el procesamiento que el cuerpo hace de los nutrientes ingeridos. En concreto, el aprovechamiento de las grasas y la glucosa se vuelve pernicioso, toda vez que los tejidos que deberían de absorberlos y aprovecharlos (hígado, músculo, tejido graso) se tornan resistentes. Es decir, para obtener la misma cantidad de energía de estos principios activos sus concentraciones sanguíneas deben aumentar y para compensarlo el cuerpo debe secretar más hormonas para obtener el mismo rendimiento. Entre esas hormonas se encuentra la insulina, principal responsable de que la glucosa entre en nuestras células. Se han esbozado ya dos ideas fundamentales de este tipo de diabetes: existe un aprovechamiento inadecuado de varios nutrientes, no solo el azúcar, y, por tanto, para tratarla casi siempre es preciso emplear pastillas para el azúcar, el colesterol, el ácido úrico…

También es fácil deducir que en muchas ocasiones el cuerpo se agota tras años de esfuerzo sobreproduciendo insulina y acaba precisando su administración exógena. Así pues, empieza siendo la diabetes de pastillas y en no pocas ocasiones acaba siendo de pinchazo. La gravedad de esta enfermedad trasciende al número de fármacos que pueda requerir en cada momento. Sin un tratamiento adecuado y en ocasiones a pesar del mismo, las complicaciones —especialmente cardiovasculares— están a la orden del día.

El aparato circulatorio no deja de ser un sistema hidráulico, y aquella inadecuada concentración de nutrientes condiciona su depósito en la pared de las arterias favoreciendo su obstrucción. Todo territorio posterior a la misma, ya sea parcial o absoluta, se encuentra en condiciones precarias y puede llegar a morirse, fenómeno conocido como infarto. Este concepto puede aplicarse a cualquier vaso sanguíneo arterial, dentro o fuera del corazón o del cerebro. Lamentablemente, las complicaciones de la diabetes no se circunscriben al sistema cardiovascular, ya que se asocia a un riesgo aumentado de determinado tipo de tumores y, además, puede afectar al tracto digestivo, nervios periféricos o sistema reproductivo en el varón. Sirva como axioma que cualquier complicación de la diabetes implica mayor número de tratamientos para su control respecto a pacientes no diabéticos y un peor pronóstico a medio y largo plazo. Cuánto se mejoraría la calidad de vida de todos si tomáramos conciencia de cuidarnos un poco más.

Firmado: Joaquín Bernardo, Coordinador del servicio de Medicina Interna del Centro Médico de Asturias

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